La mezcla de materiales adecuados, como la piedra, el polvo, el agua y el cemento en cantidades correctas, se le conoce como concreto, que al endurecerse se convierte en uno de los materiales más resistentes en la construcción. Se utiliza para diferentes circunstancias como realizar pisos o techos.
En algunos países de Latinoamérica, se le conoce como mortero, a la combinación del cemento, el polvo y el agua y como hormigón, cuando ya esta compactado en el lugar que corresponde. También existe el concreto armado, que es cuando se combina con acero.
El concreto se considera el material de construcción más utilizado en el mundo, debido a que se utiliza para edificar y crear superficies fuertes. Este no permite ningún tipo de flexibilidad una vez que se encuentra seco, pero debido a su composición a la medida y a su rigidez, es siempre opción para utilizar en la construcción.
Este material es adaptable y puede agarrar varios tipos de forma, dependiendo el molde que se te utilice, es decir, aparte de utilizarse para construir, se pueden realizar otras cosas, como macetas o porta velas.
Es importante que se tenga en cuenta que el concreto fresco debe mantenerse fluido durante su aplicación. En cambio, el concreto fresco que debe transportarse debe mantenerse en constante movimiento hasta alcanzar el destino donde será utilizado de una manera manejable.
La tecnología hoy en día ha ido evolucionando en gran escala, es por eso que existen los concretos especiales, que se preparan añadiendo otras sustancias a las base (las primeras mencionadas) como pueden ser los colorantes, los aditivos, las fibras, entre otras.
El concreto es el material con mayor versatilidad que sirve para resolver las necesidades de construcción de la humanidad.